jueves, 7 de octubre de 2021
Si nunca te has desmayado escuchando Las Grecas esta es una historia para ti. Estoy en el curro leyendo (h)amor2, lo digo por contextualizar. Ayer fui a ver una performance de Angélica Liddell, Liebestod. Aunque sabía que se iba a cortar en escena traté de engañarme un poquito. Porque es muy bestia y la quería ver de frente. Torearla. El caso, que empezó a cortarse las piernas mientras bailaba, y la sangre caía, y yo me empezaba a notar frío y tembloroso, y decidí irme. Estaba en primera fila y yo creo que algo de sangre goteaba. Bueno pues al salir, dejando todas mis cosas dentro, me quede encerrado entre las dos puertas y me desmayé. Yo solo escuchaba las grecas cada vez más fuerte, intentaba encontrar la puerta entre tanta oscuridad y ruido, mantener las piernas estables... pero fue inevitable: ostion. Escuché un golpe súper fuerte y al de un rato me desperté. Seguía en el mismo sitio y seguía soñando la canción, debí estar muy poco tiempo inconsciente. Finalmente salí por la mierda de puerta (que estaba cerrada con llave y hoy me han dado la idea de denunciarles y no es tan mala idea) y estuve esperando a que terminara. Me dieron zanahorias y hielo, no estuvo mal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario