sábado, 29 de enero de 2022

Estoy leyendo a Susan Sontag mientras trabajo y me viene a la cabeza lo siguiente: las conversaciones escritas y las fotografías tienen una relación similar con la violencia y la violación, tal y como Sontag las plantea en su ensayo. En el fondo ambas son una imagen a interpretar. Son un objeto físico (y/o virtual) al que se puede volver tantas veces como se quiera. Ambas se pueden re-leer tantas veces como venga en gana. Son un objeto al que recurrir. Incluso hay quien las almacena y llora su pérdida (conversaciones antiguas de WhatsApp al cambiar de móvil o hilos de email borrados). 

Las fotografías van de la mano de la nostalgia (o la nostalgia acompaña a las fotografías ¿?). Sin embargo, una imagen con texto es capaz de detonar muchos más afectos (considerando la nostalgia un afecto ¿?). La fotografía se toma desde la consciencia de querer ser reproducida en un futuro, el mensaje escrito no. El mensaje tiene lo ligero de la palabra que transcurre en el tiempo, pero a la larga se convierte en una imagen fija que atraviesa la retina tantas veces como se quiera.

El mensaje escrito, la imagen repleta de símbolos, es un objeto que no solo acontece sino que además permanece en el tiempo. El mensaje escrito te jode tantas veces como quieras. El mensaje escrito te atraviesa en su repetición sea cual sea el estado en el que estés. 

Es una manera de contener y "disparar", de mostrar sin buscar ser respondido. Una manera de demandar una (re)acción. 

(seguramente este post continúe pero estoy un poco torpe ahora mismo)


jueves, 6 de enero de 2022

Estar enfermo pero no demasiado está siendo placentero. Me gusta darme mimos, hacerme té caliente, masajearme... tener una excusa para el autocuidado me está conectando conmigo. 
Ángel tiene la capacidad de ayudarme a soltar 
pero que mi cuerpo pese. 
La contradicción de desprenderme y sentirme enraizado. 
Dejarme ir hacia la tierra, 
sentir la gravedad de lo liberado.

Mañana me voy a volver a empezar "Gravity" de Steve Paxton.

(esto ha sido una entrada un poco chustera pero no podía perder la oportunidad de escribir algo sobre el abrazo de esta tarde en la puerta de la habitación de mi hermano)

sábado, 1 de enero de 2022

Too many drugs 

muy poco espíritu


Tía, si fumas un cigarro que sea para que te llegue el humo hasta la planta de los pies 

(esto último no es mío) 
(lo anterior tampoco)
Cada vez que vuelvo a Bilbao por navidad me enfrento al contenedor de una vida que no he tenido.

Supongo que la navidad está muy relacionada con volver al lugar donde has crecido. A la gente que sientes como "mi gente". A los grupos que se reúnen para recordar y celebrar. A la casa familiar.

Y yo me enfrento a las escaleras donde nunca vomité de borrachera siendo adolescente,
los parques en los que nunca me junté con un grupo de amigos,
las calles de bares desconocidos que no guardan ninguna historia de carnaval,
autobuses que nunca cogí para pasar el día en la playa,
.

y me sacuden.
me sacuden la casita que he construido como he podido en mí misma.

HAY KE TENER MUCHA FUERZA PARA SOSTENER 
ESTE PUTO PALACIO KE ME HE MONTADO