adió Chad Douglas
adió Jon King
adió Al Parker
sobre todo adió Al Parker
si una gacela negra te dice que mejor de noche que la leche sabe mejor de noche y la fruta de día si una gacela negra te dice buenas noches y nada más absolutamente nada más si una gacela blanca te dice que las ganas de querer siempre están ahí si ella te dice que ha traído fruta y leche si ella es proveedora
entonces corre
Escribo esto a las montañas. Y a las piedras y al romero. A tu mirada, a tus abrazos y a las pollas. Escribo porque es de noche aunque yo nunca escribo de noche. Digamos entonces que escribo, y que es de noche. Y que si respiro fuerte, fuerte, fuerte, puedo oler todas las cosas a las que quiero. Sí, te puedo oler. Y también el tomillo, el orégano, los pinos. También los olores que no reconozco, esos son mis favoritos. Porque me recuerdan que una montaña se puede mirar para siempre. Porque nuestro siempre no es nada al lado de una montaña, una pequeña y mísera fracción de segundo al lado del olor del romero. Eso es lo que somos. Si pudiera juntar todas las cosas a las que quiero las pondría una encima de otra para alcanzar la cima. Y así besarte en la frente. Besar a una montaña en la frente. Berlín me hace creer que el deseo puede encontrarse en cada vagón de metro. Y yo tengo que cerrar los ojos quiero cerrar los ojos tan fuerte que no vuelva a ver una foto de una polla en mi vida. A mí me gusta Berlín porque mis amigas están allí, y porque su ruido y sus imágenes nos hacen creer que vivimos una vida apasionante. Pero aquí me olvido de que al bañarme en el agua del río me siento morir de frío. Y de que "a veces morirse es curarse" (Irene Solá).
hay lugares que escriben cartas
y también hay objetos que escriben cartas
pero no cartas con la intención de comunicarse
no son correspondencia sino poesía
son como ese hilo de emails que no dice nada
pero habla de tantas cosas
y mantiene el contacto entre personas
que se aman
por ejemplo las marcas de harina aceite y sal
en la corteza de un pan recién horneado
son una carta
o
los restos de comida entre los fogones
la cera caída de las velas
trozos de hielo en un lago congelado
trazos trazos trazos
Sopa de alho (serve 20 pessoas)
azeite de oliva
2 cabeças de alho
½ pão de forma
5 colheres pequenas de páprica defumada
3 litros de caldo
20 ovos
preparar para estómagos fríos y corazones calientes
se corta el ajo al gusto y se dora en una cazuela con abundante aceite de oliva (el ajo debe bailar en la sarten). se corta el pan en pedazos pequeños y se tuesta junto al aceite y los ajos. debe ser un tostado profundo. se separa del fuego y se añade el pimentón, con cuidado de que no se queme. se devuelve al fuego y se vierte el caldo, cocinando durante unos 15 minutos todo junto. también se puede hacer con agua. para terminar se cascan tantos huevos como personas directamente en la sopa. es mejor que el caldo esté hirviendo mucho para este paso.
una semana después de llegar a Casa Líquida (SP) me decido a escribir un diario. hasta ahora ha habido: 14 improvisaciones, 3 crushes, 27 picaduras de mosquitos, 1 kilo de arroz, 1/2 kilo de frijoles, 10 nuevas personas, 1000 litros de agua, 35 huevos. Julia lleva este proyecto desde hace 10 años, una casa líquida atravesada por cientos de personas/artistas. Ángel y yo estaremos aquí por 5 semanas (una ya ha pasado) viviendo en la casa 2, enfrente de la casa que vio todo nacer. las cocinas están enfrentadas y yo tengo muchas ganas de conseguir la masa madre para hacer panes con formas barrocas, poemas que últimamente prefiero cocinar que escribir. así que dejo la poesía para la cocina y el diario para este blog. ayer estaba tocando el piano y Heitor vino a improvisar espontáneamente. no hemos hablado mucho pero esa conversación me gustó mucho.